Comprender la pérdida y el crecimiento del cabello

ESTE ES TU PELO

Puede que uno no piense en el cuero cabelludo como un órgano, pero eso es exactamente lo que es, y además es complejo. El cuero cabelludo contiene entre 100.000 y 150.000 folículos pilosos, un número igual de glándulas pigmentarias y sebáceas y miles de glándulas sudoríparas.

Hay al menos medio millón de glándulas en el cuero cabelludo, todas las cuales sirven para hacer crecer el cabello. Para funcionar correctamente, estas glándulas deben estar bien nutridas: si se matan de hambre, comienza la caída del cabello. Por ello, la dieta y la nutrición son fundamentales, pero primero examinaremos la estructura del cabello y el cuero cabelludo.

Desarrollo del cabello

El desarrollo del cabello comienza cuando las células epidérmicas forman un folículo, una depresión cilíndrica hueca en la piel o el cuero cabelludo. Los folículos producen queratina, una proteína compuesta de carbono, hidrógeno, nitrógeno, azufre y oxígeno, que forma el 97% del tallo del cabello.

El resto del tallo del cabello es humedad. De hecho, el cabello (especialmente si es quebradizo o fino) es lo suficientemente sensible como para actuar como un barómetro natural: en condiciones de humedad puede absorber hasta el 40% de su propio peso en agua.

El desarrollo del cabello pasa por tres etapas: anágena, la etapa de crecimiento, catágena, el estado de transición y telógena, el estado de reposo. En un momento dado, aproximadamente el 85% del cabello sano se encuentra en la etapa de crecimiento y el 15% en estado de reposo.

Cada cabello individual puede crecer durante dos a seis años, luego el folículo entra en una fase de reposo durante aproximadamente tres meses, durante la cual no hay crecimiento. Cuando el folículo piloso comienza a producir nuevamente, comienza a crecer un nuevo tallo piloso, que empuja el viejo hacia afuera. Normalmente uno pierde de 50 a 100 cabellos por día e idealmente gana la misma cantidad de cabellos nuevos.

Glándulas sebáceas

Las glándulas sebáceas, dentro de los folículos, lubrican el cuero cabelludo y el cabello con una sustancia aceitosa, rica y amarillenta, llamada sebo. Dada su capacidad para absorber y retener grandes cantidades de humedad, el cuerpo también utiliza el sebo para rellenar el tejido de la piel, manteniéndola tersa y firme.

Cuando tenemos deficiencia de sebo, el cuero cabelludo se vuelve seco y escamoso, y el cabello se vuelve quebradizo (quebradizo y/o partido). El exceso de sebo también se ha relacionado con la caída del cabello, por lo que mantener una cantidad ideal de producción de sebo es fundamental para un cabello sano. Las glándulas sebáceas requieren ácidos grasos esenciales y una variedad de minerales para producir niveles óptimos de sebo.

Cabello

Una vez que el cabello es visible, es literalmente tejido muerto (muy parecido a las uñas). Por lo tanto, no puede repararse a sí mismo, dejándolo vulnerable a daños permanentes. La única porción del cabello que crece o vive es su raíz, que se encuentra en la base del folículo.

La raíz envuelve un pequeño órgano con forma de bulbo llamado papila (el capullo del cabello), que está lleno de capilares que suministran nutrientes al cabello. Las papilas están presentes desde el nacimiento y a cada una le crecen un par de pelos. Cuando se pierde uno, ese cabello desaparece para siempre, como un diente. Dos minerales que ayudan a nutrir la papila son el hierro y el yodo.

El tallo del cabello consta de tres capas: la médula (capa interna), la corteza (capa intermedia) y la cutícula (cubierta externa).

La médula es el núcleo del tallo y, además de absorber sustancias beneficiosas, sirve como estructura de soporte para el mechón de cabello. .

La corteza, protegida por la cutícula, está formada por fibras proteicas parecidas a cuerdas y pigmentos para colorear el cabello. Si la cutícula se daña, la corteza queda expuesta, lo que permite la pérdida de humedad. Luego, la corteza se deshace en puntas abiertas y daños en la parte media del eje, lo que puede provocar rotura. El mejor nutriente para evitar que el tallo del cabello se rompa es el mineral sílice.

La cutícula está hecha de células duras y transparentes que se superponen entre sí, como las escamas de un pez. Estas células (llamadas imbricaciones) tienen bisagras para abrirse y cerrarse, y cuando estas células superpuestas quedan planas, el cabello se siente suave y brillante. Dado que la cutícula aporta elasticidad y resistencia al cabello, su condición determina en gran medida su apariencia.

Crecimiento del cabello

El crecimiento del cabello en los seres humanos tiene un promedio de aproximadamente una centésima de pulgada por día y, contrariamente al mito, no crece más rápido cuando se lo corta con frecuencia. Sin embargo, la longitud del cabello puede influir en la tasa de crecimiento, ralentizándose una vez que la longitud supera los diez centímetros. El cabello crece más rápido en verano y más lento en invierno. El crecimiento se acelera con el calor (verano) y la fricción (masajes), pero se ralentiza cuando se exponen a largos períodos de frío (invierno). La estructura y fuerza de un cabello canoso no es diferente de la de un cabello teñido y, aunque el comienzo del encanecimiento a menudo corresponde con el inicio de la caída del cabello, no hay evidencia que vincule a ambos.

*tenga en cuenta que los resultados individuales pueden variar